Retorno a la raíz

No es lo mismo duelar a otro que duelarse a una misma en vida.

Este año me tocó las dos.

Las pérdidas las sopeso desde pequeña, razón por la cual no le temo a Caronte, más bien es mi faro.

Como dijo mi querida amiga,

"volves con un puñado de sueños que te llevaron hasta allá"

Y sí, quizás eso hace más cuesta arriba la despedida. Una que si bien considero necesaria atravesarla, no deja de apretujarme el corazón.

Construí con amor y con muchos intentos, cargando ilusión y una cuota de peso bien jodida por tan movilizante año.

Fue un año 1 personal dentro de uno 9 colectivo, imaginate si no fue una montaña rusa! Ja.

Estoy sintiendo tanto que ni las palabras me salen.

Momento a momento, pasito a pasito.

Perseguir esa quimera me mantuvo viva, y acá sigo.

Seguiré, pero esta vez sin correr.