Inicio Basta

Basta

zoe

Sol

17 Nov, 2025
📚 Relato corto

Basta, tengo que dejarlo ir, ¿Porque siempre que lo veo vuelvo a lo mismo?

Vuelvo porque me aferre a él, porque pienso que el es el único que me conoce tan bien, pero, ¿Él sabe las canciones que yo escucho? ¿Mi color favorito? ¿Que serie me gusta ver mientras cocino? ¿Sabe que cuando estoy mal tengo la necesidad de hablarlo con cualquier persona?

Bueno, lo último si lo sabe, cuando éramos chicos siempre que estaba mal me escuchaba, sabía todo de mí y yo de él.

Pero ahora pareciera que todo es distinto, pareciera que no lo conozco y él a mi tampoco, y ya no es la excusa de que está cansado, ahora no da excusa simplemente lo ignora, cuando estoy mal sigue escuchando me y me aconseja, pero ¿Por qué? ¿Le importo?

¿Piensa en mi? ¿Porque cuando me ve hablando con otro chico se molesta o me trata peor? ¿Le gustó?

Cuando entramos en la etapa de la pre adolescencia me había contado de que cuando a él le gustaba una chica de su curso le molestaba que se hable con su amigo, ¿Estamos en esa situación?


Sea así o no debo dejarlo ir y empezar a no conformarme con poco, sé que me quiere, o al menos eso me hace creer, pero solo me trata cuando estoy mal, ¿Porque cuando estoy mal si está pero cuando estoy bien no? Según la mayoría los amigos están en los buenos y malos momentos al igual que las parejas pero él solo estaba cuando estaba terriblemente mal.


Mi mamá me preguntó por él.

-¿Cómo está G****o?

Yo solo mire para otro lado y solo pude decirle

- Bien, no hablo mucho con él, en la escuela él tiene sus amigos y yo mis amigas.

Pero como le decía a mi mamá que por más que tratara de hablar con él no podía, solo cuando él me veía mal en la escuela. Llorando mayormente , pero, ¿Él sabía que era una de las razones de ese llanto?.

Deje de ir a los recreos para no verlo, solo salgo y trato de encontrarlo lo menos posible pero siempre que salgo ahí está él, con sus amigos riendo, con esa sonrisa que cuando lo ves realmente sentís que no hay nada más que él, como si todo se borrara y seamos él con su sonrisa y yo embobada, pero esto tiene que dejar de ser así, ese fondo tiene que volver a aparecer cuando lo vea y su sonrisa por más linda que sea deje de importarme y hacer que me comporte de manera tonta. Intenté hacer contacto cero, pero me di cuenta que siempre lo voy a necesitar.

Sali del colegio con mi amiga y en el camino de ida a la parada nos dimos cuenta que él iba adelante, cuando se dió cuenta de porque cuando caminaba solo miraba la calle y no adelante me preguntó que pasaba con él

-¿Que paso con él?

-¿Con quién? Pregunté como si no supiera perfectamente de quién hablaba.

-con G*** ¿Hablaron?

-No. No hablamos hace casi un mes.


Seguimos nuestro camino tratando de no tocar el tema. Llegamos a la parada del colectivo y allí venía él, con su cabello desordenado por el viento y su sonrisa que me dejaba embobada.

No sé acercó, pero quedó algo cerca, llegó el colectivo y subí, durante todo el camino cruzabamos miradas pero solo por unos segundos, él me miró y me saludó, yo intérprete como si me dijera dónde había un lugar. El colectivo estaba casi lleno pero había un lugar, al lado mío pero él dejo de mirarme y saco su teléfono, revise el mío para ver si me había escrito pero lo único que encontré era una llamada perdida de mi mamá, tenía que responder pero no tenía ni wifi ni datos.

Él y yo bajabamos en la misma parada, mi única opción fue esperar a que baje para preguntarle si podría prestarme su teléfono, le escribí a mi mamá que ya iba para casa y le devolví su celular, tenía un par de mensajes pero no quise ver ni siquiera el contacto, preferí hacer como que no me importaba aunque la curiosidad me mataba. Al momento de la despedida todo fue incómodo, no sabíamos si chocar los cinco y saludarnos como cuando teníamos 7 años con nuestro super saludo shalalalala o con un beso como se saludaba las personas de nuestra edad.

Nunca me imaginaria que él me daría un beso en el cachete hasta que lo hizo, esa no fue la primera vez, ya había echo eso una vez pero ese momento fue distinto, un nudo apareció en mi estómago y mis ojos se cristalizaron, los dos nos dimos cuenta de eso pero decidimos dejarlo así, yo me di la vuelta y me fui mientras analizaba todo lo que había pasado en esos 5 minutos. Camine sin mirar atrás. Cuando me di la vuelta el hizo un chiste que entendí perfectamente pero hice que no escuché , no quería voltear porque ahí iba a estar él con su sonrisa y sus chistes que hacían que riera por horas.

Llegué a casa con los ojos aún cristalinos y la garganta echa un nudo.


Por más que hablaea con otros chicos siempre terminaba pensando en él. Mis amigas y amigos me decían que lo olvide y busque a alguien más. Pero no podía, no puedo. Es imposible olvidarlo tomando el mismo colectivo, yendo al mismo colegio y con nuestras familias siendo amigas. No éramos solo nosotros, también estaban nuestras familias en esto.


Eso es lo que más duele, por más que nos queramos alejar siempre vamos a volver ya sea por nuestras familias o porque nos necesitamos.


Si, ambos nos necesitamos. Tenemos que saber que por más que no hablamos el otro siempre va a estar por las dudas, el sabía que yo siempre iba a estar y lo voy a estar, pero yo, yo sé que ya no voy a volver porque si vuelvo , vuelvo a caer en su sonrisa.

Compartir historia

Comentarios (0)

Inicia sesión para dejar un comentario

Iniciar sesión

No hay comentarios aún. ¡Sé el primero en comentar!